jueves, 25 de octubre de 2012

Hoy mi tía Leda


Homenaje a una mujer fundamental en mi vida.

De familia y sangre tengo tres tías oficiales. Dos de parte de papá y una de parte de mamá, en realidad esta última es la única que cuenta. Pero la vida me trajo otras Tías. Algunas que ya no están y una que esta dejando el mundo en este preciso momento. Mi tía Leda. Hoy le dedico mi día, mi vida, mis acciones, mis intenciones y pensamientos.
Desde que supe de su enfermedad quise verla y estar más cerca, pero vive a 1000 Km de Buenos Aires, porque es del pueblo en el que yo nací. Le escribí mails maratónicos mandando toda la información posible para inspirarle y apoyarla en su curación. Y ella si que recibió todo, no se entrego, la peleo y amo la vida. Recuero su voz tan particular, intermedia pero profunda, su risa cuando se tentaba, su boca y dientes tomando el mate. Su cola chata, su mirada atreves de los lentes. Tengo a Tía Leda a flor de piel y mi homenaje a ella es sentirme feliz de que al fin deje este mundo. Se enojaría de oírme, porque si había algo que no quería era morirse, pero ¿Cuanto puede un cuerpo resistir tanta mierda, agonía y dolor?
Me alegro de que la pude ver. Corrí para llegar a Aeroparque en Marzo pasado, solo para entregarle libros de ayuda y salud. Darle un abrazo, acariciarle la espalda, sonreírle, verla bien y en la lucha. Luego la vi varias veces a mitad de año en visitas largas post operada de su segunda cirugía de cerebro ¿Como es posible que algo le crezca en la cabeza y se la coma por dentro dos veces en menos de un año? ¿Como es posible que nos enfermemos de este modo? La vi esforzándose en vivir, la ví rodeada de mujeres que le daban aliento en cada palabra y Leda buscaba el último chusmerió del pueblo para contárselo a mamá, me contaba la última anécdota que recordaba de mi cuando era chica o de la movida de arte en el pueblo.
Hubo un momento de mi vida en él que me pensé viviendo allá con ella, sabía que mi Tía Leda estaba en la vida, en el pueblo, que sería incondicional. Siempre que pudo me defendió, y era una adelantada en el pensamiento en relación a los viajes, el matrimonio, los hijos, la vida misma. Hable con ella de cosas entrañables y únicas. Tenía buen humor y una paciencia privilegiada, era compleja y profunda pero sencilla, desprejuiciada, fresca. Me malcrío siempre hasta en detalles impensados, y era así con todo el mundo, con sus propios hijos. Y eso era hermoso. Mi tía Leda supo que era vegetariana y hacía verduras para todos, escucho que quería papas fritas y me llevaba cuanto antes a comprarlas. Antes de entrar al quirófano la última vez quiso ir de compras para dejar regalos para todos ¿Es posible que alguien sea tan bello por dentro que al pensar en la posibilidad de morir solo piense en dar?
Mi Tía Leda positiva la peleo, es diferente cuando en al lucha por la vida alguien baja los brazos y se entrega a cuando alguien la rema. Leda la remo, con fuerza, entereza e integridad, y la enfermedad no le dio tregua, no la dejo. Firme como un roble, como un volcán, con sus ganas de vivir, se sostuvo, perseverante, testarurada, piedra, cuarzo, se metió en lo alternativo en lo tradicional y en todo lo que pudo y en lo que no también, pero pareciera que el cáncer en ella tenía compradas todas las entradas de las butacas para mirarla con soberbia irónica segura de que ganaría. Y si, gano, se la llevo. Por eso, porque no me rindo, mi homenaje es sonreír y darle luz a su partida del mundo. Deja esta vida pero pasa sin dudas al fin a una mejor con todo el amor, con toda la luz y con paz, sobretodo con paz y compasión. Fluye. Te quiero Leda querida, y hoy vivís en mi y en cada uno de los que te quiere. Mi homenaje es pensarte linda, hermosa, sonriente, con esos ojos felices y brillantes que al sonreír como que se enmarcaban pícaros. Hoy te dedico cada uno de mis segundos. De mis pasos. De mi yoga, mi meditación, mi mate, mi tarea de educar especialmente vos que fuiste educadora de oficio, pasión y transformación. Gracias, Gracias por todo lo que aprendí de vos, mujer hermosa. Gracias por en un pueblo tan pequeño construir cosas tan enormes, gracias por tu apoyo, por mi admiración, gracias por tu entereza, por tu lucha, ya descansa en paz, que el mundo no para, no se detiene, el mundo te espera. Regresa en un cuerpo sano. Encontrate con papá y cagate de la risa con él como en todos lo homenajes que le rendías del anecdotario. Te sonrió, te abrazo, soy muy feliz de que ya no tengas que luchar, no es resignación es Libertad.

Hoy ya es 2 de noviembre y te entregaste luego de tanta lucha al fin a la Libertad. Ya sos luz, paz, amor. Te llevas un pedacito de mi y de todos nosotros y estas repartida en mi y en todos nosotros.