lunes, 18 de julio de 2011

Principio del fin. De a una. Primer paso: papeles


Entonces me di cuenta que aquello había sido el principio del fin. Fue un dolor exquisito y filosamente doloroso darme cuenta tanto tiempo después. Y el fin llegó.
Ahora es el inicio de otra cosa. Y cuando se empieza de nuevo una de las primeras cosas que hay que resolver es por donde empezar.
Trascendí mi propia trampa de hacer un plan estratégico imposible de cumplir y decidí empezar por el orden. Y del orden empecé por el orden de papeles.
Mientras revolvía, traía todos los papeles que ordenar y tirar a la gran mesa de la cocina (mi lugar favorito de la casa por su luz). Revisaba papeles y me venía ansiosamente todas las otras cosas que hacer y con esfuerzo me concentraba en revisar los cuadernos de toda mi infancia. Fue ahí que recordé un cuentito que una vez me había leído un docente en una especialización que hice en Educación Social. No me acordaba bien como era, pero si algo de que había que ir de una cosa por vez. Interrumpí mi trabajo y lo busqué.
Casualmente el cuento era del modulo INFANCIA de aquel seminario y si bien su lectura en su momento se vinculaba a otra cosa, a mi me acompasó su recuerdo mientras revisaba todos mis cuadernos de mi educación primaria seleccionando que guardar y que tirar y en el estimulo de focalizar en ir a cada paso, de a un paso por vez. De a una cosa por vez.

Un amigo nuestro iba caminando al atardecer por una playa mejicana desértica. Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el lugareño se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando nuestro amigo se acercó más todavía, vio que el hombre recogía estrellas de mar que se habían lavado en la playa y, una y otra vez, las iba devolviendo al agua. Nuestro amigo se sintió confundido. Se acercó y dijo:

- Buenas noches, amigo, me pegunto qué está haciendo.

- Devuelvo estrellas de mar al océano. Ve, en este momento la marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la costa. Si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno.

- Ya entiendo – respondió mi amigo - pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa. Es imposible agarrarlas a todas. Son demasiadas. Además, seguramente ésto pasa en cientos de playas a lo largo de toda esta costa. ¿No se da cuenta de que no cambia nada?

El lugareño sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió:

- ¡Para ésta sí cambió algo!

"De a una" de Jack Canfield y Mark V. Hansen



viernes, 8 de julio de 2011

Me pregunto: Estas engripada?

Ojala fuera o fuese una gripe, solo llevaría 10 días, cama, mocos,Tés, sopas y reposar. Parar y luego todo seguiría igual.
Pero no.
Es la vida.
Es este momento.
Es resolver. Resolví.
Ocuparme. Sacudirme. Hacerme cargo.
Pisar sin en suelo.
Pisar el fondo para poder saltar y ser libre para volar.
Y busco.
Es estar ahí, soportar. Sobrevivir.
Sentir la mierda, el desgarro pero que todo sigue aunque yo necesite parar y no pueda más.
Y la realidad me sorbrepasa. Me quema, me aplasta.
Y ya pasa.
Pero la llevo como puedo. Y la quede. Y no pude más.
Pero puedo más, puedo todo. La fuerza siempre se saca de donde sea.
Porque nadie muere de tristeza. Ni de frustración. Ni de amor. Ni de desamor.
Ni de soledad. Ni de luchar por ideales.
(bueno en realidad unos cuantos murieron de luchar por los ideales.
"You can Kill the dreamer but you can't kill the dream")
Porque nuestra misión en la vida es simplemente buscar la felicidad.
Y mi camino de a poco, a paso lento pero persistente se acelera a pasos agigantados hacia allá.
Un tropezón. Ya voy. Ya llego. Ya me levanto. Y sigo caminando.

sábado, 2 de julio de 2011

La esencia de alinear mente, ojos, corazón y pies

Estaba ilusionada entonces en medio del terremoto triste, aún me sentía entusiasmada por esa luz.
De golpe se desvaneció la ilusión y se derritió como un helado al sol.
Dejó de titilar la única luz que brillaba. Languideció la esperanza.

Fue ahí cuando como sea tuve que evitar la primer lágrima de un millón en el momento y el lugar menos indicado. Tampoco podía sonreír porque me era antinatural disimular. La cuerda que estaba relajada se tenso en alguno de mis chakras. Y sostuve como pude.

Fue allí cuando apele a todo mi kit de emergencia, están en mi esencia aún encontrándome enterrada en el subsuelo 22 y deseando desintegrarme y languidecer yo misma luego de mi esperanza.

Entonces en medio de la fiesta de mis alumnos y alumnas trascendí con un esfuerzo insoportable mi tristeza, mi desilusión y mi dolor y conecte con mi esencia:
Que me hacía realmente estar allí? Que hay de situarse en el momento real y presente? Observación. Me detuve a ver a esos adolescentes:
S aunque hacían 2º estaba con minifalda, musculosa, sandalias y sonriente.
F esta operado hace poco y tiene miedo de no poder volver a caminar pero bailo agarrado de una silla.
R y A bailaron en su silla de ruedas a su ritmo.
F saltaba con todos los temas.
C parecía una modelo, vestida a la moda, maquillada, peinado especial. Una diosa!
J fue con brillos, su remera estaba cubierta de lentejuelas.
L fue el diskjockey.
X cumplía años entonces llevo una torta para compartir.

Mientras los observaba ajena a mi tristeza mi cuerpo se movía con la música simulando conectar con la situación de fiesta. Entonces se armo un tren y quede en la delantera del mismo... Largué una carcajada y me atreví a ser la locomotora recolectando a todos los que estaban por ahí colgados, pero cuando cruce con las de sillas de ruedas me pareció que ellas debían ser las locomotoras. Entonces esa era mi esencia. Baile con ellos y ellas hasta que la fiesta termino.

La tristeza no se fue pero conectar con el lugar de uno en el mundo siempre hace bien.