Eso hablando del elemento tierra puede ser el ejercicio de cocinar, trabajar con masas, con las manos en algo concreto pero principalmente es la tarea mental de saltearme todo lo que sea necesario dejar a un lado que dicte mi natural dispersión y tan solo focalizar en una cosa y concretarla. Acción. Foco. Hacer. Concretar. Avanzar.
El contacto con la tierra del jardín es una tarea necesaria para este proceso y para el equilibrio de mi hogar. Ocuparme de mi jardín, embellecerlo, mantenerlo y sosternerlo en el día a día es una gran terapia para mi persona y un gran aprendizaje para mi poca tierra.
Me dispuse a eso hoy. Trabajar la tierra trae el contacto con la naturaleza. La naturaleza de mi hogar se esta volviendo muy animal, me doy cuenta de que somos una gran familia. Será que es parte de la tierra apreciarlas y aprender del instinto. Mi primer lección: Aprender del instinto.
Mora reposa a la sombra, busca el hueco más fresco. Y cuando se siente respuesta se manda brutos piques hacia los aves.
Flora en cambio duerme pero con un radar atenta a todo movimiento y a cualquier cercanía a la zona que de a poco conquista.
Rene (carece de sexo definido, fue Margarita, Hugo... y ahora le puse Rene) va y viene en busca de alimento y agua. Es un poco veloz para su condición.
También hay hormigas por doquier. Esas si que trabajan. Lo que encontré con alegre sorpresa fueron pocos mosquitos para la humedad y el largo pasto... pero debajo de las masetas en un gran charco encontré al o la responsable. Tengo sapos o ranas en mi jardín.
Somos todo un Ecosistema.
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