domingo, 6 de marzo de 2011

Soledad Exquisita

Jardín Botánico - Palermo - Bs As - Argentina - Febrero 2011

Los domingos tienen una soledad exquisita.
Por algo estoy pasando domingos sola otra vez. Es circunstancial no se puede pensar mucho, pasa y listo.

Me gusta y lo odio a la vez es un estado raro el de mis domingos. De chica me ponía triste, y me decían "los grandes" que era porque al otro día debía ir al colegio... y la verdad es que a mi no me molestaba ir al colegio.
Hubo una vez "un grande", que me hablo de la sensibilidad que unos tienen y otros no, como para amparar que no pasaba nada si me ponía triste sin razón un domingo.

Es que el domingo es nostálgico y feliz. El domingo es para los amantes y la familia. Domingo de paseo, domingo de casa no me muevo. Domingo reunión con amigos lejos, domingo no voy ni a la esquina. El domingo es comodín. Es libre. Es abierto, flexible, desestructurado. Ahora es hasta laborable. El domingo es versátil, el más versátil de los días de la semana. El domingo es comer desmesuradamente, o amoldarse a lo que quede en la heladera.
Hubo años, de muchos domingos de Soledad. Me sentía triste, miserable y pensaba fundar un fans club de todos los que nos sorprendía la depre en los domingos. Hice encuesta a varias personas, y detecte que mucha gente se siente sola y triste en domingo aunque rodeada de personas. Así que lo que me pasaba era algo común en el mundo entero.

Me di cuenta (hoy) que ya hace tiempo que no me deprimen los domingos pero que si tienen como un dejo de soledad y nostalgia siempre para mi. Quizás me di cuenta por la soledad de domingo luego de tanto tiempo de no soledad.

La soledad exquisita. Triste y feliz a la vez. Puedo poner música alta, saltar y bailar sola. Y si me dan ganas llorar.

Porque no pasa nada si te sentís un poco triste en domingo.

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