A veces se va en el aire de una manera
imperceptible porque en realidad se queda, una parte se va pero sin querer
irse.
Quedan los espacios completos y la ausencia es fugaz porque la conexión esta intacta más allá de lo físico.
Otras veces más oscuras, tensas y frías
se va decidido a no volver. Ciego de palabras, mudo de caricias, parco de
miradas, sordo de sentidos, decidido a no volver.
Quedan los espacios vacíos y la ausencia es feroz porque la distancia esta más acá de lo físico.
Y aunque más tarde vuelva cambiado de su
decisión previa de no volver, es su secreto. Y es el mío. El querer que vuelva
siempre, pero nunca más así como se va, decidido a no volver.
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